
Se acerca el curso y los estudiantes universitarios, como cada año, se encuentran en plena búsqueda de alquiler en un piso compartido. En esta ocasión, afrontan además la incertidumbre de un año condicionado por el COVID-19 y la posibilidad de nuevos rebrotes. Parece que las clases serán presenciales, pero la posibilidad de que se impartan a distancia con o sin un nuevo confinamiento está presente. Por ello, es preciso prevenir situaciones de conflicto incorporando una cláusula COVID en el alquiler a estudiantes.