Cuando se coloca un inmueble en el mercado inmobiliario, se suele pensar solo en el beneficio derivado de la operación. Sin embargo, hay que tener en cuenta otro factor importante: los gastos al vender una casa. Esos gastos pueden suponer desde un 5 % y hasta un 15 % del valor de la venta.
Lista completa de los gastos al vender una casa
Los gastos al vender una casa se deben afrontar incluso antes de publicitar la venta y hasta un tiempo después de haber cerrado la operación. Además, en España, hay que saber que pueden variar significativamente de unas comunidades autónomas a otras.
Gastos previos a la venta de la casa
Aunque no todos son obligatorios, sí son recomendables:
- Certificado energético: su precio depende de las dimensiones del inmueble, aunque parte de unos 60 euros. Es obligatorio para vender y tiene una validez de entre 5 y 10 años.
- Nota simple: especifica de quién es la propiedad y si tiene cargas. No es obligatoria.
- Cédula de habitabilidad: solo es obligatoria para vender en algunas comunidades autónomas. Su precio depende de las características de la vivienda y la comunidad.
- Otros gastos no obligatorios: reformas, home staging, tasación, reportaje fotográfico, etc.
Gastos durante el proceso de venta
Hay otros gastos al vender una casa que se deben afrontar antes de que se materialice la venta:
- Cancelación de la hipoteca: conlleva unos gastos en notaría y registro que dependen de cada vivienda. Si se confía el proceso a una gestoría habrá que sumar el coste de sus servicios.
- Contrato de arras: no es obligatorio, aunque sí recomendable porque es un contrato que protege a vendedor y comprador.
- Gastos de notaría: en principio, debe afrontarlos el comprador, aunque se puede acordar dividirlos.
- Comisión inmobiliaria: solo si se confía la venta a profesionales. Se sitúa entre el 3 % y el 7% en la mayoría de los casos.
Gastos tras la venta de la vivienda
El último apartado de gastos al vender una casa es el más relevante a nivel económico:
- IRPF: hay que tributar por la ganancia patrimonial, es decir, la diferencia entre el precio de compra y el de venta. Mayores de 65 años no tributan, tampoco si el dinero obtenido de la venta se reinvierte en otra vivienda que sea residencia habitual.
- Plusvalía municipal: este impuesto grava el incremento del valor del suelo entre el momento de la compra y el de la venta.
- IBI: el vendedor debe estar al corriente de pago y afrontar el recibo correspondiente al año en curso.
Cómo ahorrar en los gastos al vender una casa
A pesar de todo lo mencionado, existen algunas formas para rebajar ligeramente el coste que supone vender un inmueble:
- Dejar en manos del comprador aquellos gastos no obligatorios para el vendedor, como la tasación o la nota simple.
- Negociar entre ambas partes gastos que se puedan dividir, como el coste del contrato de arras o el pago del recibo del IBI.
- Tener en cuenta que hay algunos gastos deducibles: comisión inmobiliaria, plusvalía municipal o gastos de cancelación de la hipoteca.
- Contrastar honorarios de agencias o elegir la venta por los propios medios.
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