¿Comprar una casa que necesita reformas o una que está lista para entrar a vivir? Es una de las primeras preguntas que surgen al tomar la decisión de adquirir una vivienda. No hay una respuesta única. Todo depende del presupuesto, del tipo de reforma o de la necesidad de ocupar la casa cuanto antes.
La gran diferencia: el precio
Comprar una casa que necesita una puesta a punto tiene sus ventajas. La principal es un precio más bajo. Algunos análisis apuntan a que en España una vivienda reformada puede ser un 25% más cara que otra que no lo está. En algunas ciudades esa cifra supera incluso el 30%.
Por lo tanto, conviene no desechar la posibilidad de comprar una casa que necesita arreglos, aunque eso implique dinero, obras y algunas molestias. La clave está en ver las potencialidades del inmueble y valorar si las reformas necesarias no son excesivamente costosas.
Cómo acertar al comprar una casa que necesita reformas
Viviendas que otros compradores han descartado por su apariencia pueden ser auténticas oportunidades. La vista a veces engaña y una vivienda aparentemente anticuada puede cambiar radicalmente su aspecto con una inversión perfectamente asumible.
Conviene prestar atención a lo que hay detrás de esa imagen que se aprecia a simple vista. Si la estructura no presenta deficiencias o no hay que modificar la distribución la reforma será mucho más asequible.
Hoy en día, se pueden realizar infinidad de mejoras sin necesidad de hacer obras. Hay revestimientos que se colocan directamente sobre los antiguos, pintura para todo tipo de superficies y las placas de cartón yeso permiten crear divisiones con rapidez.
Por ello, el primer paso es determinar qué reformas necesita la vivienda. Lo siguiente será obtener un presupuesto del coste de esos trabajos. Lo más aconsejable es que sea un profesional el que lo elabore, pero calculadoras online permiten hacerse una idea de manera más rápida.
Hay que tener en cuenta, además, que en reformas importantes hay otros gastos, más allá de material y mano de obra. Habría que sumar impuestos y tasas municipales y proyecto de obra, si fuera necesario. A cambio, existen ayudas a la rehabilitación.
A la vez, es necesario hacer una pequeña prospección en el mercado inmobiliario de la zona. Se trata de conocer el precio medio de viviendas similares que sí están listas para entrar a vivir.
Ya solo quedaría comparar. Si la suma de todos los gastos asociados a la compra y reforma es inferior a la de una vivienda lista para entrar a vivir merece la pena plantearse comprar una casa que necesita reformas.
Una inversión con retorno y beneficios
Comprar una casa que necesita reformas da la posibilidad de adaptarla a los gustos y necesidades particulares. Pero hay un aspecto añadido: se puede obtener un beneficio, un incremento de valor de mercado muy superior al de la cantidad invertida en la reforma.
Lo tienen en cuenta los inversores inmobiliarios. Pero también a nivel “doméstico” es interesante, puesto que si hubiera que vender la vivienda en un plazo por una circunstancia inesperada, la inversión en reformas se puede recuperar con creces.
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