El primer semestre del año ha estado marcado por la buena marcha del mercado inmobiliario en España, con una tasa interanual de crecimiento de un 9,6%, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Sin embargo, la evolución en negativo de la economía puede hacer que muchos compradores se planteen si es buen momento para comprar una casa o es mejor esperar a que las aguas se calmen.
El previsible enfriamiento del mercado inmobiliario
La demanda de vivienda en los últimos meses no ha dejado de incrementarse. El final de la pandemia, cifras de ahorro que se habían elevado y la mejora en los datos de empleo han sido factores clave.
Ahora la situación es diferente. Una inflación desconocida desde hace años que ha mermado el poder adquisitivo y la capacidad de ahorro, la subida de los tipos de interés y el riesgo de entrar en recesión pueden marcar la evolución del mercado inmobiliario en un futuro próximo.
A ello hay que sumar otros factores. Por un lado, la escasez de vivienda, desde hace años el mercado inmobiliario es incapaz de satisfacer la demanda. Por otro, el incremento de los costes de construcción que, inevitablemente, se reflejará en el precio de la vivienda nueva.
Estos factores hacen que el esfuerzo para adquirir una vivienda sea mayor. La pregunta lógica entonces es si es un buen momento para comprar una casa o es mejor posponer la decisión hasta comprobar la evolución de la economía.
Cómo saber si es buen momento para comprar una casa
El contexto general puede influir notablemente en la decisión de adquirir una vivienda o esperar. En cualquier caso, hay diferentes factores que conviene tener en cuenta:
- Valor de las hipotecas: tasas hipotecarias más elevadas pueden condicionar la decisión de compra. En cualquier caso, conviene analizar las posibilidades de endeudamiento y la capacidad de ahorro. Siempre cabe la posibilidad de rebajar ligeramente las expectativas en lo que a vivienda se refiere para poder afrontar préstamos hipotecarios más elevados.
- Estabilidad laboral: es un factor importante por diferentes motivos. Por un lado, es un aspecto que las entidades de crédito valoran al a hora de conceder hipotecas. Por otro, condiciona la capacidad de endeudamiento.
- Objetivos personales: en este sentido, la estabilidad es otro factor fundamental. Antes de adquirir una vivienda conviene plantearse si cumple todas las necesidades, presentes y futuras. No hay que olvidar en este sentido que cualquier operación de compraventa de inmuebles lleva aparejados unos gastos, a lo que habría que sumar el coste de la hipoteca. Lo ideal es permanecer en la vivienda el tiempo suficiente para que esta se revalorice y permita recuperar todo lo invertido en ella.
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A la hora de determinar si es buen momento para comprar una casa, por tanto, hay que valorar tanto la coyuntura económica como factores personales. También hay que tener en cuenta el mercado inmobiliario y un previsible enfriamiento e incluso ajuste de precios.
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