Reformar el baño es una obra que tarde o temprano es necesario acometer. En primer lugar, porque las instalaciones tienen una vida útil y con el tiempo resulta imprescindible sustituirlas. Y, en segundo lugar, porque las tendencias en decoración también juegan su papel en esta estancia.
Pero reformar el baño es una inversión importante, por eso, hay que cuidar el diseño y la planificación. En algunos aspectos tal vez se puedan ahorrar algunos gastos, pero en otros conviene no escatimar en la reforma. ¿En cuáles?
Qué merece la pena al reformar el baño
1. Una buena distribución
Por lo general, los cuartos de baño son estancias de dimensiones reducidas, de modo que es imprescindible aprovechar al máximo el espacio. Y, en ello, tiene mucho que ver la distribución. Cambiar los sanitarios de lugar eleva el presupuesto, pero se ganará mucho en amplitud y comodidad.
2. Un plato de ducha
Amplitud también se gana al sustituir la bañera por una ducha. Pero es importante elegir un plato de calidad y, sobre todo, asegurarse de una correcta instalación. Solo de esta forma se pueden evitar tanto un desgaste prematuro como las temidas fugas, especialmente en platos de ducha de obra.
Hay otro aspecto en el que también merece la pena invertir al reformar el baño: una buena mampara. No solo porque resistirá mucho mejor el uso intensivo al que estará sometida. También porque hay modelos sin perfiles que visualmente hacen el baño mucho más espacioso.
3. Renovar las instalaciones
Decíamos que las instalaciones también acusan el paso del tiempo. Aunque el baño sea relativamente nuevo, si se van a cambiar los revestimientos, lo ideal es aprovechar para renovar la fontanería y la electricidad. Es la mejor forma de asegurarse de que en muchos años no darán problemas ni será necesario levantar los revestimientos para solucionar una avería.
Por otra parte, la reforma del baño es el momento perfecto para poner algún enchufe más o para cambiar las luces tradicionales por el LED, mucho más eficiente.
4. Sistemas de ahorro de agua
El agua es un bien escaso, de modo que cualquier inversión en limitar su consumo tiene grandes beneficios para todos. Pero, a nivel individual, no podemos olvidar la rebaja en la factura. Y eso permite amortizar esa mayor inversión que suponen grifos con sistemas de flujo reducido o cisternas de bajo consumo.
5. Una buena calefacción
Una temperatura agradable en el baño es esencial en invierno. Pero hay que tener en cuenta que las condiciones de humedad pueden deteriorar los radiadores si no son de calidad. Por ello, conviene no ahorrar en este aspecto y elegir radiadores eficientes y, preferiblemente, en acero inoxidable. Un radiador-toallero es otra buena inversión a la hora de reformar el baño.
6. Tabiques y muebles de obra
Si dentro de la reforma se contempla levantar algún tabique, empotrar la cisterna o hacer muebles y estanterías de obra, el consejo es emplear placas de cartón-yeso hidrófugas. Su precio es más elevado, pero resistirán sin problemas las condiciones de humedad del baño.
Todas estas reformas elevarán la inversión en reformar el baño, pero la lista de ventajas merece la pena: más amplitud, más seguridad, mayor comodidad y también un ahorro en las facturas de la luz y el agua, entre otras.
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