El mercado de segunda vivienda siempre ha sido muy activo. Adquirir un inmueble para vacaciones o como inversión es la meta que muchos se plantean cuando han adquirido una cierta solvencia económica. Llegado el momento, comprar en zona de costa suele ser la primera opción.
Los miles de kilómetros de litoral, la inmensa variedad de inmuebles para elegir o las posibilidades de obtener rentabilidad con el alquiler turístico son algunos motivos que dan el empuje final a la hora de decidirse a comprar en la costa española.
Consejos para no equivocarse
Sea cual sea la razón de la adquisición de la vivienda, hay que tener en cuenta algunas recomendaciones. En el caso de segundas residencias, no hay que perder de vista las siguientes:
- Lo primero es decidir si se utilizará únicamente para uso propio o se dedicará al alquiler.
- Si se destina exclusivamente a segunda residencia, además de las preferencias, hay que valorar la distancia al domicilio habitual.
- Si el objetivo es el alquiler, la necesidad de obtener rentabilidad obliga a comprar en zona de costa especialmente atractiva y con suficiente demanda.
- Además, hay que tener en cuenta los gastos de la vivienda más allá de la inversión inicial: mantenimiento, impuestos, etc.
- Un último consejo es dejarse asesorar por profesionales que conocen bien el mercado inmobiliario y aconsejarán las mejores áreas costeras por su atractivo, su clima, sus transportes o servicios o buenas perspectivas de obtener rentabilidad.
Opciones para comprar en zona de costa
Cualquier zona del litoral español tiene atractivos suficientes para invertir en una segunda residencia, aunque la experiencia demuestra que hay algunas con especial gancho:
- Canarias y Baleares: son las grandes estrellas en lo que a turismo internacional se refiere. Por ello, son perfectas para adquirir una segunda vivienda destinada al alquiler, más que para uso personal.
- Costa del Sol: por su clima, su animación, sus buenas conexiones y la amplia oferta cultural de Málaga capital, es una gran zona para invertir en segunda vivienda. Lo es, sobre todo, si se piensa en el alquiler, tanto vacacional como residencial.
- Costa Blanca: el litoral alicantino es destino para el turismo nacional que se desplaza desde el centro de la península, pero también para el internacional. Por ello, es una buena opción tanto para segunda residencia como para el alquiler.
- Costa de la Luz: Cádiz y Huelva ofrecen el atractivo de sus interminables playas, de zonas naturales de enorme belleza y de la posibilidad de disfrutar en sus aguas de todo tipo de deporte acuáticos.
- Costa Dorada: para quienes residen en el noreste de la península, es buen lugar para una segunda vivienda por su cercanía y por su oferta de ocio. Además, sus precios son más asequibles que en la otra gran zona costera de Cataluña, la Costa Brava.
Comprar en zona de costa es una buena inversión a todos los niveles: es la oportunidad de tener un oasis en el que relajarse frente al mar durante las vacaciones y permite obtener un beneficio económico interesante si se opta por el alquiler, incluso temporal.
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