Mostraban los últimos datos de los notarios, que pese a que baja el precio de los pisos también bajan las ventas. Está claro que se venden pocas viviendas. La gente no está para grandes dispendios; la crisis no deja de apretar. Según encuestas, la suma de incertidumbre (general y particular) y falta de financiación hacen imposible que la venta de viviendas comience a crecer.
Según un sondeos, el 41% de los ciudadanos asegura que la incertidumbre sobre la evolución de los precios de los pisos es el principal freno a la hora de comprar una vivienda, y un 32% apunta a las inseguridades sobre su propia situación económica.
"Las dificultades para acceder a la financiación, por ejemplo contratar con el banco una hipoteca, son los principales impedimentos al adquirir una vivienda" subraya el 27% restante de los encuestados.
El 47% de los ciudadanos cree que el actual es un buen momento para comprar una casa dada la amplia oferta existente, lo que les permite encontrar una casa que se ajuste a sus necesidades.
Pero aun así, el 42% considera que no es un buen momento, en tanto que el 11% se muestra indeciso. En estos casos, los encuestados suelen pensar que el precio de la vivienda tiene que ajustarse aún más, por lo que prefieren mantenerse a la espera. En conclusión, que más de la mitad (en total un 53%) esperan aún porque piensan que los precios tienen que bajar más.
Desde sus máximos de 2007, el precio de la vivienda ha descendido bastante con una caída más pronunciada en las zonas de costa y en las viviendas de segunda residencia.
Fuente: 20minutos.es