Llegan los primeros días de septiembre y, con ellos, un nuevo curso académico que, en miles de casos, conlleva un cambio de domicilio. Son muchos los estudiantes que deben buscar una nueva vivienda donde quedarse durante su periodo estudiantil.
Una buena oportunidad para el mercado inmobiliario, acuciado por una sobreoferta, que tiene en los universitarios un cliente que se mantiene a pesar de la incertidumbre económica.
Según los expertos, los estudiantes buscan vivienda en dos periodos del año. En primer lugar, a finales de abril, coincidiendo con la etapa de preinscripción de las residencias de estudiantes. Pero es a finales del verano cuando se produce la búsqueda masiva y de forma más activa.
Entre los estudiantes, son muchos los que optan por alquilar un piso o una habitación a través de agencias de intermediación, que les permite realizar todas las gestiones online.
Aunque la demanda es variada, en la mayoría de casos, la prioridad es una ubicación céntrica y precio asequible.
Por ciudades, destacan las dos grandes capitales, así como ciudades con tradición universitaria como Salamanca y Cáceres. En Madrid, las zonas con mayor demanda son los barrios de Argüelles y Moncloa, los más cercanos a la zona universitaria de los centros públicos de la Complutense y Politécnica de Madrid. A estas ubicaciones tradicionales, se suman ahora nuevas zonas del noroeste de Madrid, donde varias instituciones privadas cuentan con sus respectivos centros.
Los estudiantes buscan, en general, alquilar la vivienda durante los meses que dura el curso escolar frente al año que suelen prolongar los contratos más habituales.
A pesar de la crisis, la mayoría de los portales inmobiliarios aseguran que el precio de estos alquileres no ha variado sensiblemente de un año a otro. “En Valencia, un piso de tres habitaciones puede valer unos 210 euros por persona y, en Madrid, cuesta unos 350-400 euros mensuales por habitación”. En este precio, se incluyen los gastos de comunidad y extras como Internet.
La falta de propiedades con las que avalar el alquiler hace que no se exija este seguro bancario a los estudiantes, a pesar de que sea una práctica bastante extendida en el resto del mercado del alquiler.
Fuente: expansion.com