Los colores pueden alegrarnos la vida y transformar nuestras estancias, para que tengamos otra perspectiva de nuestra casa. En verano, los tonos intensos y apagados ceden el testigo a los más brillantes y atrevidos. Amarillos, verdes pastel, rosas y tierras vestirán tus estancias de arriba abajo. En este post te enseñamos cómo usarlos y combinarlos, para sacarles el máximo partido.
¿Como usar y combinar estos colores?
Amarillo
¿Qué mejor color para dar la bienvenida al buen tiempo? El amarillo trae buen humor a todas las habitaciones. Si los tonos suaves siguen siendo efectivos esta temporada, los brillantes, aportan una inyección de buen humor y alegría en tus interiores. ¿La ventaja del amarillo? Llama a la luz, calienta la atmósfera y se ve bien en la habitación en la que se encuentra. Solo un ‘pero’, es preciso encontrar el equilibrio perfecto con el resto del ambiente, usándolo con moderación. Por cierto, el mostaza sigue siendo tendencia.
Rosa
Lo queremos porque aporta delicadeza a espacios fríos y demasiados estrictos. Combina a la perfección con tonos naturales y claros, pero también con los más profundos. Este año, su tonalidad más antigua se impone y se desarrolla en los interiorismos más modernos, mostrando dulzura en todas las habitaciones de la casa. Aunque siguen dando mucho juego, el fucsia y el chicle, tonalidades muy ‘millennials’ con aires pop y juveniles, y, por supuesto el ‘Living Coral’, el rosa anaranjado elegido por Pantone como el color del 2019. Un tono suave y enérgico, capaz de dar un toque cálido y acogedor en una pared del salón o con pequeños toques en los objetos decorativos.
Verde pastel
Durante algunas temporadas, el verde se ha convertido en un color esencial en la escena decorativa, tanto del campo como de la ciudad. Verdadera oda a la naturaleza, se encuentra cómodo en todo tipo de interiores, sea cual sea su estilo y los materiales que le acompañen: adora la madera natural, pero gana puntos con las piezas pintadas en blanco. Esta temporada, sin embargo, ha decidido suavizar su poder y mostrar la belleza de sus versiones más pastel. Muy versátil, lo encontramos desde la pintura de las paredes hasta los muebles, la ropa de cama y las vajillas para las mesas veraniegas. Una fórmula que garantiza un resultado 10: mezclar diferentes tonalidades.
Colores cálidos
Es difícil encontrar colores más cálidos y reconfortantes que los de la tierra y el sol. Ocre, especias amarillas, terracota, zanahoria, azafrán, miel, óxido... Inspirados por la naturaleza, el desierto y los paisajes del sur de Europa, estos matices iluminarán tus interiores con la llegada del buen tiempo. Para invitarlos a nuestra casa y hacer que resalten, no dudes en asociarlos con tonos claros. En cuanto a los muebles, opta por materiales naturales, como la madera, el ratán y otras fibras vegetales. Y si pensabas que solo encajan en casas clásicas o campestres, te llevarás una grata sorpresa, descubriendo su nueva faceta.
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