A las dificultades familiares y emocionales que supone cualquier trámite de divorcio hay que sumarles los problemas que surgen al intentar deshacerse del piso conjunto y encontrar uno nuevo. A pesar de los pormenores, hay que comenzar a plantearse una nueva vida, que comienza con la busqueda de una nueva vivienda, que a partir de ese momento comenzará a ser el nuevo hogar. En este post te contamos al detalle como enfrentarse a la búsqueda de un nuevo inmueble de manera organizada para evitar males mayores.
Un divorcio es un momento muy complicado en la vida de una pareja y, aunque sea de mutuo acuerdo, son muchos los trámites a realizar para poder zanjar de manera legal la relación, hay que comenzar a plantearse una nueva vida que, inevitablemente, comienza con la búsqueda de la vivienda que a partir de ese momento comenzará a ser el nuevo hogar. Un escollo difícil de salvar, pues el inmueble suele ser uno de los activos de mayor valor de una pareja, al que conviene enfrentarse con todo bien medido y organizado para evitar males mayores.
Un buen asesoramiento es el principio
Buscar una vivienda, ya sea de alquiler o compra, es un proceso largo y agotador en el que se necesita contar con los cinco sentidos para no caer rendido ante la búsqueda y los papeleos que implican un cambio de residencia. Pedir asesoramiento legal y bancario, para estar seguro de que todos los pasos se dan con el respaldo económico, es muy importante, ya que aportará cierta estabilidad al proceso. Es en este momento cuando hay que dejar lo personal a un lado y plantearse cuáles son las opciones a las que hay que enfrentarse: quedarse con la vivienda en propiedad, venderla y repartir las ganancias o alquilar un piso para empezar de cero.
Vivienda en propiedad, ¿cómo se divide?
Uno de los trámites esenciales de cualquier divorcio es deshacerse de la casa familiar, aunque cada ocasión requiere unas formas. Si no se tienen hijos y ninguno quiere permanecer en el domicilio, lo mejor es cancelar la hipoteca y repartirse el dinero; si por el contrario hay menores de por medio, no importa el régimen económico del matrimonio, si hay separación de bienes o gananciales, pues el juez otorgará el uso y disfrute del inmueble a los hijos hasta que estos cumplan la mayoría de edad y, por tanto, al progenitor que tenga su custodia.
Deshacerse del alquiler anterior
Si la pareja vive de alquiler, la solución puede resultar relativamente sencilla, ya que bastaría con rescindir el contrato con el casero y, o bien buscar un nuevo inmueble, o determinar por mutuo acuerdo quién se queda con la vivienda familiar. Aun así, y para evitar pérdidas sustanciales de dinero, es importante conocer las cláusulas de arrendamiento y cumplirlas a raja tabla. Entre ellas, hay que tener presente que deben haber transcurrido más de seis meses de contrato para rescindirlo, haber avisado con al menos treinta días de la marcha y abonar la indemnización equivalente a la parte proporcional de la renta de un mes con relación a los meses que faltan para cumplir el año de contrato.
Alquilar piso es buena opción
En el caso de tener que cambiar de domicilio es muy importante tener en cuenta ciertos aspectos que facilitarán el inicio de una nueva vida, como respetar la zona en la que se ha vivido hasta el momento (sobre todo si hay niños, para que puedan seguir asistiendo a su colegio y mantener sus amistades) o buscar viviendas que se adapten a todas las necesidades. Para dar con la vivienda ideal, además de usar herramientas de búsqueda inmobiliaria, un buen truco es pasear por la zona elegida y anotar el teléfono de aquellos que siguen colgando carteles en la ventana. También es importante contar con un asesor financiero que asegure que se van a poder asumir todos los gastos, ya que, además del pago de la renta (normalmente más elevado que el de una hipoteca), hay que afrontar las facturas. Así, hay que procurar no destinar más del 40% del sueldo en la vivienda, para evitar dilapidar todo el dinero y no reservar para el ahorro o los imprevistos.
Pedir una hipoteca para un nuevo piso
Aunque en un primer momento pueda parecer que la elección de la casa es lo más importante, las condiciones en las que se piden la hipoteca también son esenciales. Analizar de manera exhaustiva todos apéndices que la componen, desde los tipos de interés (fijo, si siempre se abona la misma cantidad, o variable, si se ajusta a las condiciones del mercado) hasta el desembolso inicial. Conviene también prever los gastos que suponen los impuestos sujetos a la compraventa de un inmueble (IVA, AJD, IBI…). Es conveniente planificar paso a paso todo el proceso, así como valorar las diversas opciones que mejor se adaptan a la nueva situación económica y sentimental, ya que ayudará a alejar problemas financieros que perjudiquen un momento delicado, como lo es una separación o un divorcio.
Fuente: 20minutos.es