La brecha que media entre el elevado coste que la banca asume por captar recursos y la discreta ganancia que genera al prestarlo se ha ampliado en los últimos tres años hasta apretar las tuercas de las cuentas de resultados a un nivel insostenible.
El cierre de los mercados de financiación mayorista –abierto sólo para algunas entidades y a precios elevados– ha desatado una intensa guerra por captar pasivo que ha elevado los intereses de los depósitos hasta tasas del 4,5%.
En el otro extremo, la caída del euribor desde 2008 (referencia de la mayor parte de los préstamos hipotecarios) y la carrera que emprendieron las entidades en 2008 para atraer clientes solventes con el gancho de hipotecas baratas han provocado que el crédito esté a precios inusualmente bajos.
Pero esta situación tiene los días contados. Varios bancos y cajas han reconocido que los diferenciales de las hipotecas han subido entre julio y septiembre alrededor de 20 puntos básicos y que en los próximos meses es posible que se acelere este movimiento. Las ofertas hipotecarias más agresivas que se publicitaban hace un año a bombo y platillo han desaparecido de las sucursales.
Ramón Gras, director de banca de particulares de Banco Sabadell, reconoce que “la subida del precio de las hipotecas ya se está perfilando y que los diferenciales de 0,5% sobre euribor van a pasar pronto a rondar 1%”.
El directivo considera que es probable que la concesión del número de hipotecas caiga. “Por un lado, la demanda de los clientes es todavía muy baja y, por otro, las entidades no están dispuestas a prestar a según qué tasas, cuando la liquidez es hoy en día un bien escaso”.
Regulación
Actualmente, España es uno de los países de la Unión Europea en el que menos paga un cliente (en términos de intereses) al contratar una hipoteca.
Según los últimos datos del Banco de España, en julio la tasa media que se aplicó a las operaciones destinadas a financiar la compra de viviendas en España fue del 2,46%. En la zona euro, fue del 3,63%, un 47% más que en España.
La dicotomía España-Europa se hace patente también en lo referente a captación de recursos de particulares. Los bancos españoles remuneraron los depósitos contratados en julio a plazos de hasta un año al 2,94% de media, según datos del Banco de España. En la eurozona, esta tasa fue del 2,31%, en el mismo periodo, según el BCE. Es decir, la remuneración del ahorro es un 25% más alta en España que en el resto de Europa.
Estos datos ponen de manifiesto que los bancos españoles dan financiación a precios más bajos que sus homólogos europeos, pese a que les cuesta más atraer pasivo. El resultado es que el deterioro del margen de interés es mayor en las entidades españolas que en las europeas.
A esta previsible subida del precio de las hipotecas se suma el avance del euribor.
Desde julio, la referencia ha pasado de 1,2% a 1,4% y, previsiblemente, se mantendrá relativamente estable hasta que el BCE suba los tipos de interés, según los expertos, a partir del segundo trimestre de 2011. No obstante, consideran que la tendencia en la compraventa de viviendas dependerá en mayor medida de la percepción de evolución del mercado inmobiliario que de los costes de financiación.
Cambios en condiciones
Aunque todavía quedan en el mercado ofertas hipotecarias atractivas, los diferenciales han repuntando con respecto a los niveles de hace un año.
Ibanesto, una de las entidades que más activa se ha mostrado en la captación de hipotecas de la competencia, llegó a ofrecer hace unos meses euribor + 0,38% para subrogaciones. Actualmente, su oferta es de euribor más un 0,45%.
Barclays, por su parte, lanzó una hipoteca que tenía un diferencial de 0,33% hasta finales de julio y ofrece ahora un 0,55%.
Openbank, oficina para internet de Santander, estuvo ofertando su préstamo a euribor más un 0,38% y, actualmente también lo ha elevado al 0,45%.
La propuesta de Activobank, de Sabadell, figura entre las más atractivas del mercado: euribor más un 0,35%, con seguro de vida y de hogar, a partir del segundo año.
Fuente: expansion.com