Nuevo episodio en la crisis de largo recorrido del mercado inmobiliario. Reyal Urbis ha solicitado el preconcurso de acreedores, proceso por el que la inmobiliaria contará con un plazo máximo de cuatro meses para renegociar su deuda financiera de 3.800 millones de euros y tratar así de evitar la antigua suspensión de pagos.
La compañía que controla y preside Rafael Santamaría se acoge a la Ley Concursal después de que hace más de un año iniciara un nuevo proceso de renegociación de deuda con sus bancos, el tercero que la inmobiliaria emprende desde el inicio de la crisis. Un eventual concurso de Reyal Urbis se situaría entre los mayores de la historia empresarial española en función de su pasivo, junto con los de Martinsa Fadesa, Habitat, Sacresa, Nueva Rumasa, y los recientemente declarados de los empresarios accionistas de la inmobiliaria Gecina Joaquín Rivero y Juan Bautista Soler.
Por el momento, Reyal ha notificado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que su consejo de administración ha acordado por «unanimidad poner en conocimiento del juzgado competente» que «ha iniciado negociaciones para alcanzar un acuerdo de refinanciación o, subsidiariamente, para obtener adhesiones a una propuesta anticipada de convenio en los términos previstos en la citada Ley Concursal».
Desplome en Bolsa
Reyal Urbis es la compañía que en 2006 resultó de la compra de Urbis por parte de Reyal a través de una oferta pública de adquisición (OPA) valorada en unos 3.300 millones de euros. La firma de Santamaría ofreció 26 euros por cada acción de Urbis, entonces controlada por Banesto y participada por ACS.
En la actualidad, y según el cierre de Bolsa de ayer lunes, cada título de la inmobiliaria fusionada actual vale en el mercado 0,134 euros. Sin embargo, las acciones de la compañía se desplomaban ayer más de un 20% en la sesión de Bolsa alrededor de las 15 horas, intercambiándose a 0,105 euros por acción, y convertidas en líder indiscutible de los «números rojos» de la jornada.
Reyal Urbis cerró el primer semestre de 2012 con una pérdida neta de 211,3 millones de euros, importe que supone incrementar en un 30% los «números rojos» del mismo periodo de 2011. La cifra de negocio cayó un 7,4%, hasta 51 millones de euros. La compañía se acoge bajo el paraguas de la Ley Concursal coincidiendo con el inicio de la comercialización y la puesta en explotación de uno de sus grandes proyectos, el complejo comercial y de oficinas «Castellana 200», ubicado al Norte del Paseo de la Castellana de la capital.
En virtud del último acuerdo de refinanciación firmado con su alrededor de medio centenar de bancos acreedores en mayo de 2010, la compañía cedió el control (el 51% del capital) de la filial que desarrolla el proyecto a un grupo de bancos acreedores (Santander, BBVA, Bankia y Banco Sabadell).
Otra de las principales condiciones de dicho pacto pasó por el compromiso de Reyal de paralizar toda actividad de promoción residencial. Además, se fijó la extensión de los plazos de vencimiento de la deuda hasta un horizonte comprendido entre 2013 y 2016, y la cesión de activos inmobiliarios a la banca por valor de unos 400 millones. En la actualidad, Reyal está controlada al 70% por Rafael Santamaría. También están en su capital EBN Banco, con una participación del 4,7% y la antigua Unicaja (4,30%).
Fuente: abc.es