A falta de los detalles del banco malo, denominado Sareb, las entidades financieras y los promotores se mueven para defender sus intereses. El G-14, el grupo de que integra a las mayores promotoras inmobiliarias, ha dirigido una carta al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) en la que le insta a que el banco malo se quede “con todo el negocio inmobiliario de las entidades nacionalizadas”.
Este grupo, que reúne a Hercesa, Level, Martinsa, Testa, Metrovacesa, Grupo Ferrocarril, Montebalito, Nozar, Quabit, Realia, Restaura, Reyal Urbis y Vallehermoso, entre otras, cree que el banco malo podría dejar fuera a las sociedades inmobiliarias donde las nacionalizadas tienen una participación minoritaria. “Esta circunstancia congelaría los pocos proyectos que están en marcha porque Bankia, CatalunyaCaixa y Novagalicia han paralizado todo tipo de operación inmobiliaria, incluso cuando ellas no tienen que poner la financiación”, según estas fuentes.
En algunos casos, aunque las entidades tienen una participación minoritaria, conservan una opción de dominio sobre las decisiones de la sociedad. En otros casos, el control está establecido de forma cruzada, es decir, entre varias entidades nacionalizadas, denuncian estas fuentes. “El banco malo debería absorber el 100% del riesgo del ladrillo —incluso en las cotizadas— porque todo lo que quede se convertirá en morosidad en unos meses y volverán pronto los problemas de falta de capital”, comentan directivos del sector inmobiliario.
El temor de fondo de este sector es que con los 60.000 millones que determinó Oliver Wyman no será suficiente para tapar el 100% del agujero y el banco malo deje parte del ladrillo en las antiguas cajas. “El Gobierno debería usar los 100.000 millones de Europa y limpiar todo. De lo contrario, habrá un banco malo 2, y será un desastre para la credibilidad de España”, auguran estas fuentes. Mario Draghi, presidente del BCE, ya advirtió a los Gobiernos que sería más barato pasarse en la inyección de dinero para cubrir los problemas del sector en lugar de quedarse cortos.
Fuentes del sector consideran que el hecho de que el banco malo sea privado (al contrario de lo ocurrido en Irlanda, Suecia y Estados Unidos) dificultará todo el proceso. “El objetivo del banco malo debería ser sanear todos los balances, no ganar dinero, como ha dicho el Gobierno, pero como es privado...”, añaden.
Por otro lado, los miembros de la troika, el BCE, el FMI y la Comisión Europea visitaron ayer a la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA) y al Banco Sabadell, entre otros. La troika preguntó por temas hasta el detalle para comprobar que los análisis de Oliver Wyman se corresponden con el estado real de las entidades. Se ocuparon de cómo afrontarán los problemas de liquidez con los mercados cerrados, si tienen coberturas adecuadas para la morosidad actual y futura, planes de negocio y si cuentan con planes de contingencia ante posible empeoramiento de la economía.
Por otro lado, fuentes financieras apuntaron que el Banco de España podría rebajar un 10% adicional sobre el descuento hecho por Oliver Wyman en los activos inmobiliarios para traspasarlos al banco malo, según Europa Press. La agencia Fitch publicó este lunes un informe en el que advertía de las dificultades de Sareb por vender activos pasados los dos primeros años, una vez que hayan salido los mejores activos.
Fuente: economia.elpais.com