Transgénicos y hormonas causan calvicie y homosexualidad, según Evo Morales que habló hace unos días en la I Conferencia Mundial de Pueblos sobre el Cambio Climático y la Madre Tierra. Evo se lanzó con todo a favor de los alimentos ecológicos y contra los modificados genéticamente.

Le llegó el turno al pollo, y no salió bien librado: "el pollo que comemos está cargado de hormonas femeninas. Por eso, cuando los hombres comen esos pollos, tienen desviaciones en su ser como hombres." Así, ¿o más claro?.
Luego Evo habló de los calvos, "que es una enfermedad en Europa por las cosas que comen", y de ahí se siguió con las patatas, la Coca Cola y un transgénico etcétera.
No pasaría de anécdota si el que hablara no fuese Presidente de una nación, y si el tema real en el fondo no fuese tan importante como es. Urge sin duda más y mejor información sobre la calidad de los alimentos que consumimos.
Cierto que ha habido voces de alerta sobre las alteraciones corporales que pueden sufrir quienes consumen alimentos altamente hormonados. Y sí, desde siempre hemos tenido "enfermedades" como la alopecia más propias de ciertas condiciones genéticas que de otras. Pero ligar en un mismo discurso al pollo, las hormonas, la homosexualidad y la enfermedad, habla no sólo de un dislate mayúsculo, sino revela algo aún más grave: quien es homosexual lo es por contaminación. Ahí la anécdota ya pierde chiste, ¿verdad?
Fuente: elpais.com