Es un edificio de 92 viviendas protegidas de Móstoles, Madrid
Se trata de un edificio bioclimático diseñado para tener la máxima eficiencia energética en climatización. Con este objetivo, tiene un sistema geotérmico que aprovecha la temperatura constante del aire del subsuelo y otros elementos, como chimeneas solares que fuerzan la ventilación y la renovación natural del aire, una cubierta vegetal que rebaja la temperatura en verano y aísla en inverno, un aljibe para recoger y aprovechar el agua de lluvia y captadores solares para calentar el agua sanitaria.
El sistema instalado se llama “geotermia horizontal por aire” –se transfiere la energía térmica del interior de la tierra al interior de las viviendas-.
En Europa, es la primera vez que se aplica este sistema a un conjunto residencial de pisos.
El edificio tiene 10 orificios a través de los cuales capta el aire exterior –que en julio se halla a unos 32 grados- que se manda bajo tierra por unas galerías. En el subsuelo, donde hay una temperatura constante de 16 grados, este aire circula 35-40 metros por un serpentín de 45 conductos horizontales y allí, intercambiando calor, se enfría. Ya enfriado, vuelve a la superficie a dos máquinas llamadas Unidades de Transferencia de Calor (UTA), donde se refrigera un poco más por humedad –con un pequeño gasto energético- y después se distribuye por las 92 viviendas a través de rejillas inferiores –una en el salón y en cada una de las habitaciones.
En invierno, el proceso es el mismo, pero el aire exterior se calienta, ya que la temperatura del subsuelo, siendo constante todo el año, aumenta su temperatura.
Deberían hacerse todas las viviendas como esta, esto es construir con inteligencia