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eficienciaenergetica - La vivienda, origen del 19% de CO2 ¿Cómo reducir la contaminación desde casa?

Los mandatarios del planeta, desde la Cumbre de París en 2015, se han propuesto reducir las emisiones de CO2 y otros gases contaminantes que vertimos a la atmósfera y frenar el calentamiento del planeta que avanza sin freno. Hablan de grandes cambios políticos y energéticos que logren reducir a menos de dos grados centígrados la subida de la temperatura global. Pero al margen de los necesarios y urgentes cambios estructurales e industriales los ciudadanos podemos con nuestro modo de vida provocar grandes cambios en este sentido. En torno al 19% de las emisiones de gases contaminantes europeas son de origen doméstico, es decir, las generamos en nuestras viviendas a diario. En el caso español, la cifra ronda el 18,5 según los cálculos de Eurostat. Reducirlas es en muchos casos fácil, además de beneficioso para el bolsillo de las familias.

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¿Qué coste sanitario y laboral tiene para la Administración Pública la deficiente calidad de las viviendas? Por primera vez, la Fundación La Casa que Ahorra ha presentado un estudio que estima el impacto que tendría en la salud y en la economía española una mejora de las condiciones de los hogares a través de una rehabilitación energética. Extrapolando los datos a nivel nacional para el número de viviendas estudiado (1,5 millones), las conclusiones son contundentes, el Estado se ahorraría 560 millones de euros en servicios sanitarios y costes laborales. Y la economía familiar entre 580 y 820 millones de euros.

edificioverde sostenibilidad 1024x682 - El Estado ahorraría 560 millones si se rehabilitasen 1,5 millones de viviendas

"Si se rehabilitaran energéticamente 1,5 millones de viviendas construidas en los años 60-80 sería posible evitar que unas 100.000 personas considerasen que tienen una salud mala o muy mala", cita el estudio. Además, las familias podrían ahorrarse entre 400-500 euros anuales en sus facturas energéticas, lo cual redundaría casi en la mitad de los costes energéticos totales de la vivienda.

"Si bien es cierto que existen numerosos estudios que refrendan que unas malas condiciones en el hogar (temperatura fría en invierno o altas temperaturas en verano, humedades, mala calidad del aire interior y ruido) ocasionan problemas en la salud (principalmente enfermedades respiratorias y cardiovasculares), hace falta profundizar en el porcentaje de mejora que desde el punto de vista cuantitativo tendría sobre la salud la eficiencia energética", ha destacado Jaume Salom, director de Energía Térmica y Edificación en IREC (Instituto de Investigación en Energía en Cataluña), entidad encargada de este estudio. Y es que, a nivel europeo alrededor del 15% de viviendas tienen problemas de humedades, el 10% de hongos y el 22% padecen las consecuencias del ruido.

En este contexto, el IREC ha evaluado cuál sería el impacto económico, sanitario y energético de una mejora energética sobre el stock de viviendas en España (excepto las ciudades de Ceuta y Melilla) potencialmente vulnerables y que, por tanto, no pueden garantizar las condiciones adecuadas de temperatura con sistemas de calefacción. Para ello, y teniendo en cuenta que el 55% de las viviendas están construidas antes de 1980 y el 30% en el periodo comprendido entre la década de los 60 y 80, se ha identificado aquellos hogares que gastan más del 10% de sus ingresos en energía (sufren de pobreza energética). En total 1,5 millones de viviendas o, lo que es lo mismo, el 8% del parque residencial español.

Estudiado el stock de vivienda sobre el que hipotéticamente se debería actuar, el IREC también realiza una radiografía de la salud atendiendo a diferentes indicadores como son las pirámides de edad (en dos tramos: de 24 a 64 años y mayores de 65), el estado de la salud autopercibida (o cómo es valorada por los propios españoles según la Encuesta Europea de Salud en España de 2014) y los tramos de ingresos anuales netos del hogar. Así, el 11% del grupo de edad de 24 a 64 declara que su salud es mala o muy mala, porcentaje que sube a 25% para mayores de 65 años. A través de la identificación de enfermedades asociadas a las malas condiciones en la vivienda, el estudio desvela que el 50% de la población de personas mayores de 65 años presenta algún tipo de enfermedad cardiovascular, mientras que un 10% tiene alguna enfermedad de alergia crónica.

Otro indicador estimado por el IREC es la Tasa de Mortalidad Adicional en Invierno (TMAI), basado en las Estadísticas de Defunciones de los años 2013 y 2014. Tomando como referencia un estudio europeo, "sorprende que los países del arco mediterráneo, que teóricamente tienen temperaturas más benignas, presentan una mayor TMAI, relacionado con la baja eficiencia energética de sus edificios y sus condiciones de temperatura interior", ha explicado Jaume Salom. Si nos centramos en España, "se estima que el número de MAI está alrededor de 7.000, en base al estudio realizado por la Asociación de Ciencias Ambientales (ACA) que relaciona la TMAI con los grados-días de calefacción". En este sentido, a menor grados/días de calefacción la TMAI es mayor, por ejemplo en comunidades como Andalucía, Murcia y Comunidad Valenciana. Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) también cifra que el 30% de las MAI está asociada a temperaturas frías en nuestro país, con 7.332 muertes al año, de las cuales 647 se atribuye a menores de 65 años.

En relación al impacto económico, con una inversión de 10.866 euros por vivienda con una rehabilitación pasiva (mejora de la envolvente de la vivienda) y 12.303 euros por vivienda con rehabilitación activa y pasiva (cambios en los sistemas de calefacción), la salud mala o muy mala autopercibida por la población mayor de 65 años se reduciría de un 24,9% a un 14,7%, mientras que las probabilidades de sufrir enfermedades cardiovasculares se reducirían de un 50,6% a un 38,8%. Con todo, y a falta de datos menos conservadores, más difícil sería prever la reducción de las muertes adicionales de invierno debido a las condiciones de la vivienda.

La Administración también haría caja: unos 370 euros por vivienda. Para el sistema sanitario el ahorro en visitas hospitalarias y medicamentos sería de 150 euros por vivienda y la reducción de los costes en cuanto a bajas laborales de aproximadamente 220 euros por vivienda. Ahorros para las arcas del Estado a los que habría que añadir el que tendría en el usuario final en gastos energéticos: variaría entre 380 y 547 euros por vivienda en función de la rehabilitación acometida.

Fuente: elmundo.es

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viviendaeficiente 300x200 - La calificación energética de la vivienda rebajará el recibo del IBI entre el 4% y el 20%El Gobierno ha dado un paso para premiar la sostenibilidad y el ahorro energético en la vivienda. Por ello, el Ministerio de Hacienda permitirá rebajar el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) en aquellas viviendas más eficientes. Una enmienda en actual tramitación parlamentaria de los Presupuestos Generales de 2016 abre la puerta a los ayuntamientos que lo deseen para bonificar hasta el 20% del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) a los edificios en función de su eficiencia energética.

Para las viviendas con un certificado energético de máxima eficiencia (A), la reducción será de hasta un 20%; si es B, la máxima rebaja será del 16%; para los inmuebles que tengan un certificado C puede llegar al 12%; el D, hasta el 8% mientras que el E tendrá una rebaja máxima del 4%. Los inmuebles con calificaciones como F ó G no podrán beneficarse de ninguna rebaja. Los propietarios de estas viviendas deberían pensar en el ahorro y los beneficios que supondría realizar reformas que puedan mejorar la eficiencia energética, de camino, también se revaloriza la casa.

Según los datos del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) la mayor parte de las viviendas certificadas en España están en la parte baja de la escala: el 45% son E y el 28% son G. Las viviendas de mayor calidad y eficiencia: A, B y C apenas suman el 4,3%. Según IDAE el ahorro y la eficiencia energética en España, no se termina de valorar.

La medida del Gobierno trata de fomentar la construcción y compra de bienes inmuebles energéticamente eficientes, así como la realización de instalaciones u obras para la obtención de la referida certificación, explican desde el grupo popular en el Senado donde ha registrado una enmienda al proyecto de presupuestos generales del Estado de 2016. El sector inmobiliario celebra la medida, Tinsa afirma que aplicar bonificaciones en el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) a los edificios más eficientes energéticamente es una forma "muy efectiva" para avanzar en la concienciación de la importancia de la eficiencia energética.

¿Cómo se calcula? ¿Es obligatorio disponer del certificado?

A la hora de otorgar el certificado energético, los técnicos habilitados han de calcular la energía consumida a través de instalaciones que proveen servicios como la calefacción, la refrigeración, el agua caliente o la iluminación. La etiqueta del certificado energético muestra la división de los kilogramos de dióxido de carbono (CO2) por los metros cuadrados de los inmuebles. Los que registren un ratio de emisiones por debajo de los 6,8 kg CO2/m2 al año se le asigna la letra A. La peor nota (la G) es para aquellos que superan los 70,9 kg C02/m2 anuales.

calificacionenergetica edificios - La calificación energética de la vivienda rebajará el recibo del IBI entre el 4% y el 20%

El certificado de eficiencia energética es obligatorio desde el 1 de junio de 2013 el Real Decreto 235/2013, que establece la obligatoriedad de disponer del certificado energético a la hora de comprar piso o casa, al igual que para alquilar un inmueble, así como para los edificios de nueva construcción desarrollados a partir del 2007. No obstante, no es necesario para casas alquiladas durante menos de de cuatro meses, edificios y monumentos protegidos oficialmente, edificios o partes de edificios utilizados exclusivamente como lugares de culto y para actividades religiosas, construcciones provisionales (menos de dos años), edificios industriales, de la defensa y agrícolas, edificios aislados con una superficie útil total inferior a 50 metros cuadrados, edificios que se compren para reformas importantes o demolición y edificios o partes de edificios existentes de viviendas, cuyo uso sea inferior a cuatro meses al año.

¿Cómo conseguir una casa eficiente?

Además de conseguir una futura rebaja del IBI, disponer de una vivienda energéticamente eficiente permite ahorrar hasta 1.675 euros al año, según algunos estudios. En aras de logar el objetivo se pueden llevar a cabo las siguientes medidas:

  • Aislar bien la vivienda: Desde sellar todos los huecos a instalar burletes en puertas y ventanas, las opciones son muy amplias. También existe la posibilidad de invertir más dinero y cambiar las ventanas por las que disponen de doble acristalamiento. También se puede aprovechar una reforma, aunque es una obra costosa, para cambiar las fachadas del edificio y aumentar los centímetros de espesor de cara a aumentar el aislamiento térmico.
  • Calefacción: Desde el pasado 26 de septiembre se aplica en España la Directiva europea ERP que obliga a que los equipos generadores de calor vendidos incluyan una etiqueta de eficiencia con calificaciones. El director de Ventas de Bosch Termotecnia en España, Vicente Gallardo, explica que el ahorro que propician las calderas de condensación puede llegar a alcanzar el 30%. Por ello, aunque la ley no impone al consumidor la adquisición de un nuevo sistema de calefacción, Gallardo recomienda "sustituir un equipo por otro de mejores prestaciones que proporcione un mayor ahorro y una menor cantidad de emisiones contaminantes".
  • Agua caliente: La directiva que entró en vigor el pasado 26 de septiembre también obliga a que los sistemas de producción de agua caliente en venta incluyan información adicional sobre la capacidad de producción a través del establecimiento de unas tallas, equivalentes a las de la ropa (S, M, L, etc.).
  • Cambiar los electrodomésticos: Un hogar medio en España consume algo más de 4.000 kWh al año de electricidad, según datos de IDAE. Si se quiere primar la sostenibilidad es recomendable aprovechar los "planes Renove" de las comunidades autónomas para adquirir electrodomésticos eficientes con etiquetas de alta calificación como A+, A++ ó A+++.
  • Aire acondicionado: Los equipos de aire acondicionado ya introdujeron el etiquetado eficiente en 2013. Desde el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de Energía (IDAE) se aconseja incluso recurrir a métodos alternativos para refrescar la vivienda en verano como la instalación de sistemas evaporativos, el uso de ventiladores (consumen muy poca electricidad) o incluso el de toldos para evitar que entre la luz del sol.

Fuente: abc.es

Ayudas y permisos para la reformas de viviendas:

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